En 2011 el Concejo Deliberante de Vicente López tuvo un verdadero festival de excepciones municipales. Ordenanzas en beneficio de grandes empresas constructoras para cubrir de cemento en altura los barrios mejor cotizados del distrito norteño. Hubo denuncias y movilizaciones de vecinos que se plantaron en pie de guerra contra el por entonces intendente Enrique García. El Jefe comunal minimizó las protestas y siguió con el proceso de destrucción barrial. El costo lo pagó electoralmente. Desde esos barrios surgió la avalancha de votos que colocaron a Jorge Macri al frente del Ejecutivo local.

La ola amarilla prometía detener la multiplicación de construcciones en altura. Una promesa que cayó en saco roto. Macri profundizó la metamorfosis de los barrios más tradicionales, las excepciones se multiplicaron. Pasaron de 350 aprobadas por el Concejo Deliberante durante el período del intendente García ,a 500 que ya lleva la administración neoliberal de Jorge Macri  quien había sentenciado durante la campaña electoral que “las excepciones son corruptas por definición, en mi gestión se terminan”.

Lejos de aflojar con estas sospechosas excepciones, que arruinan la calidad de vida en barrios enteros de Vicente López, los ediles locales mantienen el pie en el acelerador. En diciembre aprobaron la construcción de tres torres donde en la actualidad se encuentra el colegio San Andrés de Olivos. Los concejales macristas (la minoritaria oposición no acompañó), con mayoría tan propia como automática a la hora de defender los intereses de su sector, levantaron la mano para sentenciar al barrio a un futuro tan oscuro como caótico.

El mega negocio inmobiliario proyecta la construcción de tres grandes torres y un centro comercial en una barriada que ya se encuentra desbordada de edificios, en su gran mayoría construidos mediante excepciones.

Los vecinos vuelven a reclamar que los dejen en paz. Se están organizando para detener el proyecto. Juntan firmas, se reúnen periódicamente y se encaminan a presentar reclamos ante la justicia. Extraño no ver concejales opositores tratando de acompañar la movida. Por ahora, solo se ve a un ex macrista que trata de llevar agua para su molino. Algunos le recuerdan que fue parte del festival de excepciones de aquel 2011 cuando representaba los intereses del intendente García.

Vista del predio donde se construirán 3 mega torres de 20 pisos

Si se concreta la construcción de las 3 mega torres, en su mayoría con unidades de 100/120 mts.2, el barrio sumará 3 mil personas más. Habrá también 4 o 5 mil autos más que transformarán en un caos el transitar, ahora tranquilo, de esta zona llamada “la isla” por sus características geográficas tan particulares.

La polémica ordenanza aprobada por el macrismo local prevé ampliar una calle, Nogoyá, y construir un paso bajo nivel en las inmediaciones de las calles Pelliza y vías del Mitre.

Los empresarios dueños del mega negocio prometen construir ese paso bajo nivel en un plazo no mayor a 360 días, y para compensar el daño que ocasionarán ceden en comodato y por 25 años el edificio de la calle Sáenz Peña 687/691, esquina Rawson, donde funciona la escuela. Son 2227 metros cuadrados, 12 aulas “donde la municipalidad podrá gestionar proyectos educativos, deportivos, culturales, de interés para la comunidad”.

“Macri impulsa la construcción de una miniciudad en una zona que de por sí ya está saturada de edificaciones y con infraestructura deficitaria en agua y red cloacal”, comenta ante CP el periodista Miguel Armaleo, director del periódico regional Lo Nuestro. “El comodato es una verdadera falta de respeto, te regalo un millonario negocio y a cambio me prestan un edificio por 25 años, todo se reduce a negocios”, destaca el colega con más de 40 años en la zona. Armaleo va más lejos aún ante el grotesco que representa una ordenanza de este tipo, se pregunta si los Concejos Deliberantes realmente expresan en la actualidad la voluntad popular, “¿Tiene la comunidad verdadera representatividad en estos Concejos?”. La pregunta queda flotando bajo la sospecha que los mega emprendimientos requieren de tentadoras excepciones.