La demorada adjudicación del concesionario del subte de Buenos Aires tiene un competidor menos. El operador francés RAPT anunció que se retira de la licitación. La definición viene demorada desde 2018. El actual operador, Metrovías, viene con prórrogas aprobadas en la Legislatura Porteña. Se suponía que el primero de enero de este año debía asumir un nuevo operador. Sin embargo, el estudio técnico de los pliegos ha empantanado el proceso desplegando un manto de sospechas sobre las causales de semejante demora, que obligará a una nueva prórroga (la tercera) para mantener el servicio. La escasa seriedad en el proceso de análisis de los pliegos de licitación, más el marco de crisis económica nacional que incluye un cepo cambiario, fueron determinantes para que RAPT ponga marcha atrás con su intención de manejar los subtes de Buenos Aires.
A principio de julio las tres empresas oferentes recibieron una carta para presentar las firmas correctas sobre las garantías y también una segunda tanda de preguntas técnicas. El pedido resultó extraño. Lo suficiente como para dudar si existe intención real de avanzar en el proceso. Metrovías, que pertenece al grupo Roggio, aspira a mantener el servicio, ahora acompañado por el Deutsche Bank. Le queda como único competidor a otro operador francés que tiene base en la ciudad de Lyon y aún mantiene vigente su deseo de desembarcar en Buenos Aires. La inexplicable demora para el otorgamiento de la concesión solo beneficia al actual operador que sigue brindando un pobre servicio con tarifas altas para los empobrecidos bolsillos de los pasajeros.
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