En respuesta a las afirmaciones realizadas por el Jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, quien señaló que los metrodelegados no son un gremio oficial y por lo tanto no son legales, el legislador porteño y ex Ministro de Trabajo, Carlos Tomada, declaró que esa es una definición errónea ya que se trata de un sindicato con inscripción gremial reconocida por lo que pueden participar de las discusiones paritarias.

Abordado por CP en la Legislatura Porteña, Tomada destacó que la responsabilidad del gobierno no es agravar el conflicto sino resolverlo, más aún ante un gremio que, por la cantidad de afiliados que tiene, ostenta alta representatividad de los trabajadores del subte. “Acá hay un conflicto donde los metrodelegados han tenido la cautela de establecer distintas etapas progresivas en su plan de lucha para que se constituya la mesa de diálogo. Han buscado causar el menor daño posible a los usuarios. Ahora, si no los atienden, no los escuchan y el gobierno cree que no debe atenderlos, estamos en un problema que agudiza el conflicto”.

A la hora de evaluar porqué se ha llegado a esta situación de tan alta tensión, Tomada le otorga responsabilidad al gobierno. “Que el conflicto se profundice no puede ser solo visto como responsabilidad de los metrodelegados, acá algo debe decir la empresa. ¿Por qué no los recibe? Los antecedentes indican que Metrovías siempre los recibió, ¿por qué ahora no? El gobierno local, y también el nacional, tiene absoluta responsabilidad en resolver este conflicto. Nosotros, cuando fuimos gobierno, también tuvimos conflictos por distintas razones con este mismo sector laboral. Lo que hicimos fue trabajar para resolverlos, no nos fijamos si tenían más o menos personería. Eso me puede importar en un determinado momento, pero cuando el conflicto está, cuando es una realidad, hay que resolverlo. Si hay tanta preocupación por los usuarios, entonces hay que resolver el problema que los afecta y dejar de echarle la culpa a la parte sindical”.

– El gobierno dice que existe un fallo de la Corte Suprema de Justicia que no le permite negociar con los metrodelegados…

No es así. La Corte dijo que vuelva al tribunal de origen porque nosotros (por la Corte) no intervenimos.

– ¿Por qué cree usted que el gobierno no lo hace, no se sienta con las partes para resolver el conflicto?

Creo que este es un gobierno que ha hecho del diálogo una palabra muy desgastada. La primera reacción que asume ante un conflicto es la represión y no el diálogo. En éste caso, en particular, parece haber una decisión política que es la de no negociar con este sindicato, y sí mantener un diálogo privilegiado con el sindicato menos representativo (U.T.A.). La intervención de las fuerzas de seguridad en los conflictos laborales se ha convertido en una práctica sobre la que es necesario estar muy atentos, porque se sabe cómo empiezan, pero no como terminan. Hoy cualquier sindicato que va a un conflicto sabe que se enfrenta al riesgo de la represión, pero no creo que eso amilane la necesidad de dar respuesta a un escenario que cada vez es más hostil para el trabajo y el salario.