A pocas semanas de haber aprobado modificaciones sustanciales al código de edificación en la ciudad, el oficialismo plantea más cambios. Esta vez la propuesta es prohibir en dormitorios, baños y pasos a dormitorios, la instalación de artefactos (calefones) que consuman gas que no sean de cámara estanca (aquellos que toman aire para el proceso de combustión del exterior y expelen al exterior los productos generados en la combustión).

Así se plantea en dos propuestas que ingresaron al parlamento porteño este lunes para sus tratamientos en comisión antes de buscar su sanción. En los fundamentos de uno de los proyectos, impulsados por el legislador oficialista Guillermo Suarez (Vamos Juntos), se señala que tiene como fin incorporar “diversas medidas tendientes al ahorro de energía, recursos y  promover el uso de tecnologías eficientes”, impulsando la instalación de detectores de monóxido de carbono en todas aquellas edificaciones destinadas al uso residencial. Muchas muertes se producen anualmente culpa del monóxido de carbono que es un gas sumamente tóxico e indetectable a través de los sentidos, por ser el mismo incoloro, inodoro e insípido. En el otro proyecto que recorre un sentido similar, se incorpora la clasificación de riesgos que representan los aparatos. Se destaca que “según información publicada en la página oficial del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), los pilotos de los artefactos a gas consumen aproximadamente 0,5 m3 por día. Se estima que en el país hay cerca de 5,5 millones de calefones y otros 5,5 millones de termotanques. En el caso de los calefones, el consumo total de los pilotos es de unos 2,75 millones de m3 por día. De modo que modernizando los equipos de calentamiento de agua, se produciría en el país un importante ahorro en la importación del gas”.