Aunque sin especificar cuándo, ni dónde, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, pondrá en marcha un plan piloto para avanzar en la recolección de pilas comunes agotadas. Un comunicado de prensa señala que “los vecinos podrán acercar sus pilas cilíndricas, prismáticas y botón, comunes y recargables, tanto agotadas como sulfatadas a los Puntos Verdes Móviles”.

Durante este plan piloto, las empresas productoras e importadoras de pilas deberán trabajar sobre el plan de adecuación y tratamiento de las pilas que entregan los vecinos. A mediados del año pasado la Legislatura Porteña aprobó una ley proponiendo que sean los fabricantes de pilas y baterías los que se encarguen de su disposición final, tal como sucede en varios países. A partir de esta ley, en noviembre último, se firmó un convenio por el cual las empresas deberán presentar sus planes de recolección y tratamiento. Se estima que existe un consumo promedio anual de 19 millones de pilas, generalmente desechadas en los cestos de basura que terminan en el relleno sanitario ubicado en la zona noreste del Gran Buenos Aires. Argentina importa 200 millones de pilas de uso común al año. El 40% son pilas primarias y el 60% incluyen las recargables, principalmente las baterías utilizadas en telefonía celular, computadoras portátiles, cámaras fotográficas y de video. Según el reporte oficial del Ministerio de Ambiente de la ciudad, las pilas que entregarán los vecinos de la ciudad “serán transportadas hacia un Centro de Acopio para garantizar un manejo adecuado y ambientalmente seguro. Ahí serán clasificadas a la espera del Plan de Adecuación de las empresas”.