Por Claudio Leveroni

Una muy fuerte operación mediática opositora al gobierno se viene desplegando desde hace varios días. Desarrollan la idea que las autoridades, nacionales y de la provincia de Buenos Aires, están actuando de manera autoritaria acordonando barrios, extendiendo la cuarentena y cercenando la libertad de circulación.

En tiempos de pandemia estos medios con algunos de sus comunicadores plantean al cuidado sanitario que despliega el gobierno como un estado carcelario. Para sostener semejante dislate falsean información. Un ejemplo grotesco fue el video puesto por TN con vecinos caceroleando señalándolos como de la Villa Azul de Avellaneda, en realidad eran habitantes de un barrio chileno demandando canastas alimentarias. Fue tan burdo que recién al día siguiente debieron asumir el error.

Preocupados porque el manejo de la crisis sanitaria resulte un crecimiento en la imagen positiva del gobierno, los medios opositores van mucho más lejos que los propios dirigentes políticos que están en la vereda opuesta al peronismo gobernante. Alientan movilizaciones marginales, como la de dos días atrás, nutrida con personajes que a centímetros del abismo racional niegan la existencia del coronavirus asegurando que se trata de un complot internacional. Argumentos disparatados que estos medios potencian en el marco de su estadío actual, “periodismo de guerra” como supo definir un reconocido columnista de Clarín fallecido años atrás. La tapa del diario de este miércoles marca un camino, apuntar a Kicillof para erosionar al presidente. Imaginan la posibilidad de traerlo a su propia trinchera. Alberto no da ninguna señal de semejante determinación.

En ese vale todo, los medios también suman famosos como Susana Giménez. Tras su ida a Uruguay la señora declaró estar preocupada por la extensión del aislamiento con un: “65 días, ya es mucho”. Ligó la continuidad a influencias de la Cámpora convenciendo al presidente Fernández. La opinión de los científicos asesorando al presidente no es parte del menú informativo que digiere diariamente Giménez. No tuvo repregunta, tampoco reflexión que elevara el nivel de charla. Embrutecer y alimentar el odio es la consigna. El comunicador que la entrevistó recibió gustoso la definición de intelectual.

En este marco la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, aseguró este miércoles que las medidas adoptadas por el Gobierno nacional por el coronavirus “son transitorias” y consideró que el Estado “regula, pero no es autoritario”. “El Estado ha tenido que restringir algunas de las libertades, pero es en pos del bienestar general. El Estado regula, pero no es autoritario, totalitario”, manifestó en declaraciones a la radio La Red.

Distintas encuestas dan cuenta de la amplia adhesión que tiene el aislamiento obligatorio. Un informe realizado por la consultora D’Alessio IROL / Berensztein, conocido este miércoles, señala que el 80% de los ciudadanos considera que las medidas son necesarias. Otros sondeos van en la misma dirección con porcentajes mayores aún. En la mezquindad de una mirada corta, esto es lo que más preocupa a esos medios opositores que conforman un conglomerado enorme de negocios cuyos principales intereses están lejos de aquellos que cuidan a la gente.