Desde las playas europeas donde veranea, el ex presidente Mauricio Macri se mostró satisfecho por la movida que impulsó su partido este lunes. “Orgulloso de los miles de argentinos que salieron ayer para decirle basta al miedo y al atropello, y sí al trabajo, al respeto y a la libertad”, escribió desde su cuenta personal en la red social twitter. Fue un intento de reconfortar a su propia tropa partidaria frustrada por la escasa repercusión que tuvo la cuarta movida opositora en los ocho meses del gobierno de Albero Fernández.

En las discusiones internas dentro del Pro hubo conclusiones variadas sobre el tronar de la protesta que tuvo el frontal acompañamiento de los medios de comunicación opositores. La mayoría masculló broncas contra los propios que no convocaron a marchar. Larreta estuvo en el centro de la escena más crítica, no fue el único. Salvo la titular del partido, Patricia Bullrich, junto a los radicales Lombardi y Brandoni, ningún otro reconocido dirigente reconocido salió a mostrarse. Muchos porque no acompañaron lo que definieron, con cierta mesura, que no era un momento oportuno. Otros, como los intendentes de Juntos para el Cambio del conurbano, hicieron la vista gorda. Se desentendieron del compromiso sin despegarse del todo. La irresponsabilidad de la convocatoria les pegó fuerte dado sus funciones ejecutivas.

Desde el gobierno nacional le respondió el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, señalando que “el expresidente aunque esté en Suiza no puede desconocer la irresponsabilidad que significa fomentar y alentar una marcha en plena pandemia. Esos hospitales públicos que usted. desfinanció se merecen que todos seamos responsables, mucho más los dirigentes”.