Por Claudio Leveroni

Se va consolidando la mayoritaria posición de gobernadores de todo el país que solicitan la suspensión de las elecciones primarias del año próximo. Lo plantean por única vez atendiendo cuestiones sanitarias más que económicas. Lo reiteraron el viernes en reunión con el presidente Fernández quien dio su guiño a la gestión en la medida que sea mayoritaria y abarque a autoridades provinciales de distinto color político. Los oficialistas refieren al cuidado sanitario de la población, lo opositores profundizan su discurso contrario a la funcionabilidad de las PASO que fueron instaladas en años de gobierno de Cristina Fernández.

No es un tema menor. Eliminar las primarias obligatorias va a contramano de un juego más amplio en el todavía imperfecto sistema electoral democrático que rige en el país. Las PASO permiten desarrollar compulsas internas capaces de depurar y mejorar la representación popular. La suspensión de esta normativa electoral encendió alertas en sectores internos partidarios, en especial del oficialismo que, ya con PASO inclusive, sufrió proscripciones en su último proceso. El año pasado más de 50 listas que buscaban competir dentro del Frente de Todos fueron imposibilitadas de presentarse en las primarias de la provincia de Buenos Aires. La junta electoral interna buscó endebles argumentos para sacarlas del camino, fue un vergonzoso recorrido de proscripción. Sin las PASO la maniobra tendrá cobertura legal.

Ante la inminente modificación del proceso electoral no pocos referentes están buscando caminos alternativos. Uno de ellos es la formación de partidos vecinales. Estos sectores plantean que si no les dan listas para competir irán por afuera de la estructura que actualmente los contiene. Uno de los ejemplos más claros que ya está en desarrollo es el de Tigre. El actual intendente peronista Julio Zamora, que mantiene una fuerte disputa con su antecesor y actual titular de la Cámara de Diputados Sergio Massa, puso en marcha un dispositivo electoral vecinal que lo pone a resguardo de un posible cercenamiento de su espacio político local. “Si nos quieren sacar de la cancha, vamos por afuera”, aseguran desde el sector de Zamora que mantiene una imagen positiva muy alta en el distrito. Tigre es un caso testigo con posibilidades de generar un efecto dominó. Situaciones similares se repiten en varios distritos, no siempre gobernados por un justicialista. Algunos referentes con aspiraciones provinciales o nacionales buscan juntarlos para unificarse en una misma causa. En eso está, por ejemplo, el actual ministro de Seguridad provincial, Sergio Berni, quien ya hizo públicas sus ganas de gobernar la provincia en el futuro. Una escenografía política que muestra la complejidad que tendrá la decisión, que ya parece un hecho, de suspender la Primarias Obligatorias para el año próximo.