La bravuconada de Sergio Berni con el número dos del ministerio de Seguridad de la Nación, Eduardo Villalba, volvió a poner en escena las diferencias que el funcionario bonaerense mantiene con su par nacional, Sabina Frederic. Fue un momento tenso con insultos y hasta un riesgoso manoseo que dejó fuera de escena a Villalba quien se aprestaba a participar de la conferencia de prensa relacionada a la aparición de la pequeña Maia. Finalmente, después del roce con Berni, prefirió alejarse del lugar.

El ministro bonaerense volvió a privilegiar su proyecto personal (se candidatea para pelear la gobernación en 2023) poniendo nuevamente a Frederic como rival de ocasión. En la Rosada están que trinan por su actitud. Aseguran que giró la atención mediática a un tema interno en lugar de marcar las deficiencias que tuvo el gobierno porteño en atender con rapidez la búsqueda de Maia. En esos tres días de angustia generalizada el presidente Fernández llamó a Berni al menos un par de veces para interiorizarse del tema. La comunicación agigantó el ego del ministro, de allí la respuesta construida por Frederic que aún se esta recuperando de las duras críticas internas que recibió por haber descuidado la seguridad presidencial en Lago Puelo.

La ministra no se quedó solamente con la mención del ego de Berni. Por la tarde estuvo en la Rosada reunida con Santiago Cafiero. Los cronistas acreditados la vieron salir con gesto adusto y sin hacer declaraciones. La ríspida situación dejó la sensación que, de haber un tercer round Frederic-Berni, alguno de los dos deberá dejar el cargo.