Tras el anuncio del presidente Alberto Fernández confirmando que esta semana enviará al Congreso el proyecto para la reforma judicial, comenzaron las repercusiones desde distintos sectores políticos. Fernández confirmó el envío del proyecto al parlamento en un reportaje concedido a Página 12 este domingo asegurando que la propuesta de su gobierno plantea “un reordenamiento que va mucho más allá de (los tribunales federales de) Comodoro Py” y buscará que el sistema “empiece a funcionar de otra manera”.
Este lunes la diputada Graciela Camaño (Consenso Federal) afirmó, “hay que hacer algo serio, en serio”, respecto a la Justicia esperando leer el proyecto para opinar sobre sus alcances. “Hay un enunciamiento de cuáles serían los temas que se tocan. A mí me gusta trabajar con el proyecto porque muchas veces se dicen cosas que no están, y lo que hay son títulos”, sostuvo.
Por su parte la Secretaria Legal y Técniva, Vilma Ibarra, afirmó: “Si algo necesita la Argentina es que los jueces no sean K o anti K, Macri o anti Macri. El Presidente marcó un camino, que es mejorar una Justicia federal que cuenta con un enorme descrédito en la sociedad”.
Por su lado el presidente del Consejo de la Magistratura, Alberto Lugones, opinó hoy que “hubo toda una camada de jueces que entraron en el último Gobierno que no tienen completado el acto complejo al que obliga la Constitución para tener estabilidad en el cargo”. Lugones se refirió al pedido realizado el jueves pasado por el representante del Poder Ejecutivo en el Consejo, Gerónimo Ustarroz, quien solicitó estudiar 38 traslados de magistrados durante el gobierno de Mauricio Macri “La designación de jueces es un acto complejo: el Consejo de la Magistratura pasa una terna al Ejecutivo, el Ejecutivo luego envía un nombre al Senado, que tiene que dar acuerdo, luego vuelve al Ejecutivo y se produce la designación”, recordó Lugones este lunes en declaraciones a Radio 10.
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