En una video conferencia invitado por el Instituto Patria, el presidente destituido de Bolivia, Evo Morales, afirmó este jueves que “no está garantizada la elección” en su país y vaticinó que serán boicoteadas por las actuales autoridades. El último domingo la actual titular de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, promulgó la ley que convoca a elecciones generales para el próximo 6 de septiembre. Lo hizo en medio de críticas por su demora y presiones por su reticencia a que se realizaran los comicios durante la pandemia de coronavirus.

Evo se mostró muy desconfiado respecto a la actitud que vaya a tener la dictadura en el respeto a la fecha de las elecciones como al resultado. De todas formas, señaló que espera no se postergue nuevamente ya que debieron realizarse en mayo. Destacó la importancia del voto de los 161 mil bolivianos que viven en la Argentina y reconoció que las encuestas de estos días están dando al candidato de su sector político una ventaja notable sobre el segundo rival. “Volver es una cuestión de tiempo”, sintetizó.

Evo Morales comentó también que en este tiempo “se ha destrozado la economía nacional”, y subrayó que “la mejor economía para Bolivia en estos días son las elecciones”, entendiendo que “el crecimiento económico se dará con la estabilidad social y política”.

En la charla Evo defendió el último proceso electoral que derivó en el levantamiento cívico-militar contra su gobierno, al señalar, “no hubo fraude, hubo golpe” introduciendo entre quienes operaron para su destitución al gobierno de Estados Unidos. Dijo estar convencido que la propuesta de su gobierno para explotar y comercializar el litio fue el detonante final para que el país del norte sea protagonista central en su derrocamiento.

Respondiendo varias preguntas de quienes participaban en la video conferencia, Morales aseguró que el objetivo de los golpistas era asesinarlo señalando que la participación de dirigentes como Alberto Fernández y el firme compromiso de países como México le salvaron la vida. Relató como quisieron sobornar con 50 mil dólares a su equipo de seguridad para que lo entregue el día del golpe y las dificultades que tuvo el avión mexicano para sacarlo del país.

El presidente depuesto también denunció que “la detención ilegal de dirigentes y candidatos de su sector” producida en los últimos días bajo la excusa de violar la cuarentena por la pandemia.