Hay un contraste que resalta ante los ojos de quien quiere observarlo. Los 8 mil millones de pesos invertidos por el gobierno porteño para la organización (logística y estructura) de los juegos de la Juventud, que se están desarrollando por estos días, reflejan la necesidad de exponer el evento como un logro político más que un apoyo al desarrollo del deporte y sus protagonistas.

Dos años atrás el gobierno le bajó el pulgar a muchos atletas, les quitaron la ayuda económica que recibían a través del Ente Nacional de Alto Rendimiento, creado en 2009. Bajo la necesidad de un recorte presupuestario varios deportistas olímpicos dejaron de percibir becas. No es el único empujón hacia la nada que reciben los atletas que buscan destacarse en sus disciplinas. Mientras el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta y el propio Presidente Mauricio Macri, hacen públicas a través de las redes sociales sus felicitaciones cuando alcanzan una medalla, buena parte de los 141 representantes argentinos en estos juegos piden que no vendan las instalaciones del CeNARD. Lo expresan cuando aparece la posibilidad de llegar a un medio de comunicación. Plantean que el gobierno no avance con la idea de desarrollar un proyecto inmobiliario en las actuales instalaciones de 115 mil metros cuadrados que ocupa el Centro Nacional de Alto Rendimiento (CeNARD), en Crisólogo Larralde al 1000 en la bien cotizada zona del bajo de Nuñez.  Se trata de un proyecto que impulsa con particular entusiasmo, Diego Santilli quien confirmó semanas atrás que existe la intención de trasladar el CeNARD al sur de la ciudad. “Estamos trabajando para que una vez terminada las olimpiadas juveniles, se readecúe el predio que es el Parque Roca o complejo olímpico, y el CeNARD lo tome para funcionar ahí. Es un lugar de alta competencia que va a estar preparado a la altura de los mejores centros de entrenamiento del mundo. Que lo tome el CeNARD para los atletas es buenísimo para nosotros”, comentó el actual Vicejefe de Gobierno.