Más vale tarde que nunca proclama un dicho popular que riega nuestra cultura y resulta aplicable a la reacción de la corona holandesa que, por estos días, se va anoticiando sobre la igualdad de derechos para todo ser humano.

La reflexión inicial viene a cuenta porque el rey de Holanda, Guillermo Alejandro, anunció este jueves que dejará de usar la carroza dorada real hasta nueva orden, tras un debate sobre esclavitud y racismo generado porque el carruaje cuenta con representaciones de hombres negros arrodillados ante sus amos blancos, según informó la agencia AFP. La carroza, conocida bajo el nombre de “Gouden Koets”, no es utilizada desde 2015, ocupa un lugar importante de una exposición en Ámsterdam sobre el tenebroso pasado colonial de Holanda.

Cierto es que en los últimos años el gobierno de Países Bajos comenzó un proceso de revisión crítica sobre su pasado imperial, en especial sobre el genocidio que propició en Indonesia entre agosto de 1945 y diciembre de 1946 denominado período Bersiap que dejó un vacío de poder en esa nación tras la finalización de la segunda guerra mundial. Las fuerzas militares holandesas quemaron aldeas, torturaron y ejecutaron a miles de personas. “No debemos tener miedo a mirarnos en el espejo del pasado, aunque lo ocurrido en Indonesia sea una página negra de nuestra historia”, señaló Bert Koenders, el ex ministro de Exteriores holandés.