La fiesta inaugural de los Juegos Olímpicos en la capital de Japón tuvo varios picos de gran creatividad. Uno de ellos fue cuando un conjunto innumerables de drones fueron capaces de armar una esfera simulando nuestro planeta brillando en el cielo de la noche de Tokio que dejó con la boca abierta a los deportistas (no hubo público) que desfilaban en el estadio olímpico de Tokio.