Antes de reunirse con el presidente de Francia, Emanuel Macrón, Alberto Fernández desayunó en uno de los salones de la elegante residencia en la que funciona la embajada Argentina en París, con cuarenta empresarios de ese país ante quienes trazó las líneas generales del programa económico del gobierno.

El presidente argentino no esquivó la situación que atraviesa el país al explicar que encontró al asumir el gobierno. Definió la situación como grave y describió la gestión de Mauricio Macri como la de una Argentina que “vivió un 2001 por goteo”. Entre los empresarios se encontraban representantes de Air France-KLM, L`Oreal, Groupe Suez, Havas, Almston Transport, el Comité de Fabricantes Franceses de Automóviles, Dasault, Michelin, Rothschild y Total. Algunos manifestaron intenciones de invertir en nuestro país, pero estaban a la espera de anuncios que puedan identificar a dirección económica de la nueva gestión de gobierno.