La imagen de un guanaco en el billete de 20 pesos, un cóndor en el de 50, una taruka en el de 100, la ballena en el billete de 200, el yaguareté en el de 500, y un hornero en el de 1000. Los líderes políticos, definidos en muchos casos como próceres de nuestro país, han sido borrados de un plumazo del papel moneda nacional. Es una forma de definir los nuevos tiempos de cambio que vive Argentina donde la política parece querer ser relegada a un lugar de incomodidad histórica.

Los billetes no son el único ejemplo del proceso de despolitización histórica. El despacho del presidente Macri también fue acomodado a estos cambios. Cristina Fernández, había decorado sus paredes, con el nombre de “Hombres y Mujeres de Mayo”, exponiendo imágenes de José de San Martín, Manuel Belgrano, Mariano Moreno y Manuel Dorrego. Esos cuadros ya no están, fueron sustituidos por obras más modernas, como las del fallecido Luis Benedit, y una foto del Obelisco. “Parecía un museo. Ahora tiene una imagen más moderna” definieron funcionarios del gobierno. Sin historia, una argentina sin pasado. Ese parece ser el mensaje del gobierno nacional; o quizás algo más emblemático aún: La historia comienza aquí.