Posiblemente al sector más tilingo de nuestra sociedad, el que aprecia lo de afuera mucho más que lo propio, esta noticia le ayude a dimensionar la gravedad de la crisis sanitaria mundial que tan relajadamente asumen con juntadas comunitarias y de amigos. Las autoridades de Australia declararon este domingo el estado de desastre en Victoria a causa del alto número de nuevos casos de coronavirus al que definió como inaceptable durante las últimas semanas y anunciaron un toque de queda nocturno en la capital del estado, Melbourne, epicentro de la segunda oleada de contagios.

La decisión fue tomada por el jefe de gobierno regional, Daniel Andrew, luego que en Victoria se reportaran en las últimas 24 horas siete muertes y 671 nuevos casos, de los cuales se desconoce la fuente de contagio de la gran mayoría, informó la agencia de noticias Europa Press.

El estado de desastre, que comenzará a regir a partir de las 18.00 (hora local) y durará al menos seis semanas, concede mayores poderes a la Policía y permite arrestar y multar a las personas que se salten el toque de queda.

Por su parte, Melbourne quedará bajo un toque de queda en vigor entre las 20.00 y las 5.00 horas, periodo en el que la población sólo podrá salir de casa para trabajar, hacer las compras, hacer ejercicio en un radio de cinco kilómetros y acudir al médico.

Además, se limitarán los movimientos de los residentes de Melbourne, la segunda ciudad más poblada del país con alrededor de 5 millones de habitantes, donde ya rige un segundo confinamiento hasta el 19 de agosto, aunque se espera que sea ampliado, y el uso obligatorio de tapabocas.

Andrew destacó que solo una persona en cada vivienda podrá acudir al supermercado y únicamente una vez al día con el objetivo de reducir los movimientos de la población, mientras que restaurantes y cafeterías podrán seguir abiertos sólo para el envío de comida y bebida a domicilio.

Asimismo, adelantó que mañana anunciará una nueva batería de restricciones para las actividades laborales.

Australia, que gestionó con acierto la primera ola de contagios, afronta desde principios de julio un incremento de casos vinculados a infectados importados y a una serie de fallos en los hoteles habilitados para que los viajeros procedentes del extranjero guarden una cuarentena obligatoria por dos semanas, informó la agencia de noticia EFE.

Victoria se vio afectado por un repunte de casos desde junio y registra hasta la fecha 123 de los 208 fallecidos a nivel nacional.

El país ya suma un total de 17.895 casos, 11.557 de ellos en el estado de Victoria, lo que supone alrededor del 60% desde el inicio de la pandemia, según datos de la Universidad Johns Hopkins.