Con la renuncia de dos de los ministros del gabinete nacional que se presentarán como candidatos en la próxima elección se reabrió un interrogante, saber si el abanico de modificaciones ministeriales post electoral será aún mayor. Agustín Rossi y Daniel Arroyó dejarán de conducir las áreas de Defensa y Desarrolló Social, una movida que es observada como una estrategia que impulsa el presidente Fernández con el objetivo de fortalecer una estructura interna propia cuya debilidad actual se manifestó en el cierre de listas.

El primer mandatario participó y bendijo los principales referentes que encabezan las listas con más vidriera (Buenos Aires provincia y ciudad). Sin embargo, voceros cercanos al Jefe de Estado comentan que no quedó conforme con la distribución en el resto de esas tiras. Son demasiados escasos los candidatos que le responden puntualmente, la mayoría responden a los sectores más empoderados del Frente del Todos. Bajo este esquema es que Fernández alienta modificaciones para un mejor rearmado. En política, como en ajedrez, hay que pensar los movimientos con mucha anticipación. Si bien no parece haber intenciones por el momento de postulantes alternativos a su persona, dentro del espacio oficialista para la presidencial del 2023, el presidente no quiere llegar a ese tiempo sin mayor fortaleza.

Bajo este esquema de armado político propio es que se entiende la salida de Daniel Arroyo de Desarrollo Social. Será uno de los referentes del presidente en la cámara baja imaginando una posible futura candidatura para la intendencia de Vicente López. Varios referentes comunales están invitados a este convite. Es un secreto a voces que el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, reemplazará a Arroyo. Hay aquí una contradicción que deberá zanjarse, Zabaleta presentó en su distrito una candidatura testimonial. Pocas horas antes del cierre de listas acordó la unidad con el referente de la Cámpora en Hurlingham, Martín Rodríguez, ex presidente del HCD y actual vicedirector del PAMI.