El gobierno nacional, a través de su bloque en la cámara de Diputados, le dijo este miércoles 29 veces que no a la posibilidad de modificar o rever sus políticas tarifarias para los servicios públicos.

Es que 29 fueron los proyectos presentados por distintos bloques con distintas variantes que fueron desde retrotraer las tarifas a diciembre último, hasta igualar los aumentos con la inflación, e inclusive tener en cuenta la particular situación que presentan instituciones como clubes de barrios, sociedades de fomento, comercios chicos y Pymes. Para todos hubo una férrea negativa del oficialismo que solo atinó a defenderse endilgando culpas a la herencia recibida, catalogada como “catastrófica” por el radical y principal espadachín dialecto en esta jornada, Mario Negri. En tantas horas de debate hubo cruces particulares. Kicillof fue filoso y agudo en sus críticas al macrismo destacando que miente al hacerle “creer a la gente que este tarifazo era imprescindible”, definiendo el mismo como una brutal transferencia de recursos de los sectores más vulnerables a los más ricos. “El que tenía acciones (en las energéticas) es cuatro veces más rico, 7 veces más rico y todos los demás están muchísimo más pobres”, resumió.

La diputada Graciela Camaño tránsito por un sendero similar al señalar que el huevo de la serpiente está en Balcarce 50, remarcando que el gobierno está repleto de representantes de los principales grupos económicos y cuando se refirió al Ministro Aranguren lo llamó, también, el señor Shell. En el oficialismo hubo ausencias destacadas como las de Elisa Carrió, promotora de la idea que finalmente aceptó Macri, la posibilidad a quienes quieran de pagar en cuotas con una tasa de interés algo más bajas de las que ofrece el mercado financiero.