Durante la cumbre de presidentes del Mercosur que este martes se reunieron en Montevideo, Mauricio Macri volvió a descargar su ira contra el gobierno de Venezuela al que describió como una dictadura. 

“La región enfrenta una crisis humanitaria que requiere esfuerzos inmediatos, no solo para resguardar los esfuerzos de millones de venezolanos que escapan del hambre, la violencia y la falta de oportunidades, sino también de la dura represión de su propio gobierno. Una dictadura que llevó un proceso electoral fraudulento, destruyendo la democracia bajo banderas que tanto daño le han hecho a nuestra región”, señaló el Presidente para profundizar aún más esa posición resaltando “debemos trabajar en forma coordinada para la liberación de los presos políticos, el respeto a los derechos humanos y la restitución de la democracia”. En mayo último el presidente Nicolás Maduro fue reelecto en Venezuela con más del 67% de los votos (5.823,728 sobre 8 millones de votantes) y el reconocimiento de los observadores internacionales que asistieron como veedores al acto electoral. Fueron elecciones con poca participación del electorado, apenas el 47% de un padrón de 20 millones de personas. Como una contradicción, en el contexto de la defensa de las democracias en la región, Macri saludo efusivamente en su discurso (recordándole que será su última participación en la cumbre del Mercosur) a Michel Temer que llegó a la presidencia de Brasil tras un golpe que derrocó a la presidenta electa democráticamente Dilma Rousseff.