El costo del brutal ajuste que arrastra el presupuesto nacional 2019, aprobado en diputados esta semana, afecta a todas las provincias, pero muy especialmente a la de Buenos Aires. De los 400 mil millones de pesos que se recortan, 41 mil (más del 10%) le corresponde a la administración de María Eugenia Vidal. La gobernadora deberá anular obra pública y acotar al máximo los gastos operativos el año próximo.

Luciano Laspina, titular de la comisión de presupuesto y hacienda de la cámara baja, reconoció que son los bonaerenses los más perjudicados en el reparto de ajuste. El gobierno de Vidal deberá hacerse cargo de los subsidios que pagaba el estado nacional por transporte, electricidad y agua. Solo en transporte representa 14 mil millones de pesos. La gobernadora le reclama al gobierno nacional una compensación que le fue denegada, actualizar por inflación lo que recibe por el Fondo del Conurbano (19 mil millones). Este fondo fue creado en 1992 para compensar el desequilibrio distributivo histórico que arrastraba la nación para con la provincia que realizaba el mayor aporte a las arcas nacionales. Buenos Aires es la provincia que más aporta a la recaudación y la que menos recibe. En principio, se había establecido que el 10% de lo recaudado anualmente por el Impuesto a las Ganancia, pero ese porcentaje se ha distorsionado con el correr de los años, siendo cada vez menor.