Militantes de Greenpeace irrumpieron sorpresivamente en el recinto de la Legislatura porteña minutos después que el oficialismo había logrado aprobar la modificación de la ley Basura cero, habilitando la posibilidad de volver a incinerar residuos en la ciudad.

Los jóvenes identificados con remeras de la organización ambiental, accedieron a las gradas, y mientras uno hacía sonar desde su trompeta los acordes de la marcha fúnebre, otro escalaba por una de las columnas de mármol sin rendirse ante los desesperados intentos del personal de seguridad que se vio sorprendido por la acción. Ubicado en lo alto desplegó un cartel con la leyenda “Quemar basura mata”. El grupo se retiro aplaudido por los cartoneros que habían copado un sector de las gradas.